Si bien Canadá es un importante productor de petróleo crudo convencional, el crecimiento en los últimos años de su producción de petróleo y en cantidad de reservas probadas se deriva de la contribución de las llamadas arenas bituminosas o petrolíferas, también denominadas en inglés, Oil Sands. Al igual que sucede con el desarrollo del shale en Estados Unidos, las arenas petrolíferas canadienses realizan un importante aporte al crecimiento en la oferta de combustible mundial. No obstante, su desarrollo presenta limitaciones y cuestionamientos por su impacto en el ambiente.
Las reservas de petróleo de Canadá son actualmente las terceras más abundantes del planeta, después de Venezuela y Arabia Saudita, y representan el 10,2% de las reservas totales en 2014, según BP, con 172,9 mil millones de barriles. El 95% de ellas están en yacimientos de Oil Sands, que contienen unos 167,1 mil millones de barriles.
Por otra parte, la producción de petróleo canadiense actualmente oscila los 4,2 millones de barriles diarios, que representan el 5% del total de la producción global y lo convierten en el quinto mayor productor del mundo. De esa cantidad 1,8 millones provienen de las arenas bituminosas y el resto es convencional incluyendo el extraído off shore y el condensado. Según un estudio del Canadian Energy Research Institute (2014-2038), se estima que la producción de arenas de petróleo crecerá a 3,7 millones de barriles por día en 2020 y 5,2 millones de barriles por día en 2030.
¿Arenas petrolíferas?
Las arenas bituminosas son una mezcla de arcilla, arena, agua y bitumen (o alquitrán) de la cual, a través de un proceso de separación adecuado, se obtiene un producto similar al petróleo. Al estar atrapado en una mezcla de arena y arcilla, el crudo requiere de tecnologías específicas para su desarrollo, y es más costoso que el extraído a través de la perforación convencional. Se lo considera por lo tanto un recurso hidrocarburífero no convencional, como sucede con los provenientes del shale en Estados Unidos y la Argentina, el petróleo pesado de Venezuela y los recursos del presalt que posee Brasil, entre otros.
Los depósitos de arenas petrolíferas no requieren de la perforación del subsuelo para extraer el recurso sino que el método consiste en técnicas similares a las utilizadas en la minería a cielo abierto, y luego se procede a su separación en una planta diseñada para tal fin, o bien se procede a separarlo in situ, inyectando solventes junto con vapor o agua caliente a altas presiones. En Canadá, la producción de petróleo a través de estos dos sistemas es equivalente, cada uno aporta aproximadamente el 50%.
Las mayores reservas de Oil Sands de la Tierra se encuentran en Canadá, en los yacimientos de Athabasca, ubicados en la región de Alberta, al oeste del país, donde se estiman que hay 143 mil millones de barriles de crudo sintético. Alberta está ubicada en un territorio total estimado de 141.000 kilómetros cuadrados de pertenencia estatal o de pueblos aborígenes. En estos territorios los depósitos de arenas bituminosas existen en tres distintas áreas: Peace River, Cold Lake y Athabasca. Esta última es la más extensa y concentra la gran mayoría de los recursos. Otros países como EEUU, Venezuela y Rusia también cuentan con reservas pero son los canadienses quienes más han avanzado en el desarrollo tecnológico para lograr explotarlas de forma rentable.
Figura1: En este mapa podemos observar la ubicación de los yacimientos de Oil Sands en Canadá. Fuente: Wikipedia.
La explotación de las arenas petrolíferas se caracteriza por sus altos costos. Pero a medida que la experiencia y la tecnología en la producción de hidrocarburos a partir de arenas bituminosas madura, el costo de la extracción tiende a caer. Si bien anteriormente era más caro que la producción estadounidense de shale oil, el petróleo de las arenas bituminosas en Alberta ahora es más competitivo. Se estima que los proyectos en Alberta pueden alcanzar el equilibrio en un promedio entre $ 60 y $ 65 por barril. Sin embargo, la caída en los precios del petróleo registrada en el último año ha encendido alarmas. Los altos precios del petróleo (por encima de los cien dólares por barril) habían hecho posible el avance de proyectos de desarrollo de recursos no convenvionales de gas y petróleo alrededor del mundo, entre ellos los de las arenas canadienses. El WTI, un punto de referencia para el crudo de América del Norte, se ha desplomado más de un 50 por ciento en los últimos 12 meses a 50,74 dólares por barril. Ello ha puesto en suspenso el desarrollo de nuevos proyectos de ampliación de la producción.
Por otro lado, la explotación de las arenas bituminosas debe enfrentar graves cuestionamientos por la alta cantidad de energía necesaria para su producción, el uso del agua que requiere y la contaminación asociada a las técnicas de minería a cielo abierto. Grupos de personas que viven cerca de las arenas bituminosas y de las operaciones de procesamiento en Alberta denuncian riesgos para la salud por la contaminación del aire y el agua, y hay informes de un aumento en la incidencia de cáncer. La destrucción de parte del bosque boreal en el norte de Canadá, que se encuentra sobre los enormes depósitos de arenas bituminosas también es motivo de denuncias de organizaciones ambientalistas y diversas figuras públicas.
Figura2: En esta fotografía podemos observar la destrucción de parte del bosque boreal en la región de Alberta para la extracción minera. Fuente: ikanmedia.tv
Canadá y su riqueza energética
Canadá es un país rico y variado en recursos naturales y se posiciona entre los cinco productores de energía más grandes del mundo, detrás de China, Estados Unidos, Rusia y Arabia Saudita. El país es autosuficiente energéticamente y produjo un estimado de 19 billones de unidades térmicas británicas (BTU) de energía primaria en el año 2012, con respecto a 13,3 billones de BTU de energía primaria consumida. Se destaca por contar con un amplio desarrollo en la generación hidroeléctrica y nuclear, pero sobre todo por ser el quinto país con mayor producción de petróleo y el cuarto en gas natural del mundo.
Además de las arenas petrolíferas y los yacimientos convencionales, Canadá produce tanto shale gas como shale/tight oil. La producción de tight oil se duplicó entre 2011 y 2014, de 0,2 millones de bbl / d a 0,4 millones de bbl / d. La mayoría de la producción canadiense de petróleo de esquisto viene de Alberta y Saskatchewan. Lo mismo puede decirse de la producción de shale gas de Canadá, que pasó de 1,9 millones de pies cúbicos / día en 2011 a 3,9 millones de pies cúbicos / día a partir de mayo de 2014, si se incluye la producción de la formación Montney (el gas natural producido en la formación Montney no es considerado shale gas por el Consejo Canadiense de Energía Nacional, pero se incluye en el total de la producción del país).
El país del norte es profundamente dependiente de los Estados Unidos como mercado de exportación, prácticamente la totalidad de sus exportaciones de crudo se dirigen a las refinerías estadounidenses. Sin embargo, las consideraciones económicas y políticas están llevando Canadá a diversificar sus socios comerciales, en especial mediante la ampliación de los vínculos con los mercados emergentes de Asia.