En su recién finalizada gira por Latinoamérica, el presidente chino, Xi Jinping, celebró acuerdos de cooperación estratégica que implican la inversión de miles de millones de dólares en Brasil, Argentina, Cuba y Venezuela. El país asiático tiene un interés específico: La energía.
La estrategia China de apostar al desarrollo de recursos naturales energéticos a largo plazo en varias partes del mundo le añade un valor especial a Brasil, Argentina y Venezuela, que tienen grandes recursos, fundamentalmente hidrocarburos (petróleo y gas) y alimentos. China necesita la energía que le puede aportar el abundante petróleo de Venezuela para cubrir su demanda energética, que ha crecido exponencialmente los últimos años, a punto tal que actualmente es el mayor consumidor de energía del mundo, seguido de cerca por Estados Unidos. Argentina por su parte cuenta con una desarrollada industria petrolera y, la gran cantidad de recursos provenientes del shale, destacándose Vaca Muerta, una de las formaciones shale más promisorias del mundo, y Brasil con los recursos del presalt. Todos requieren de grandes inversiones y desarrollo tecnológico. Además, Argentina junto con Brasil tienen una importante producción de alimentos que puede ayudar a abastecer las necesidades del populoso país asiático.
Xi Jinping comenzó su recorrido en Brasil, donde acudió a la sexta reunión de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) que contó con la participación de los presidentes de UNASUR. Allí participó en reuniones bilaterales con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, donde cerraron importantes convenios para la construcción y el financiamiento de infraestructura para el desarrollo energético. Según la agencia de noticias AFP, el presidente Chino declaró que: “Seguiremos estimulando el crecimiento continuado y estable del comercio bilateral y la cooperación en el financiamiento en las áreas de petróleo, energía eléctrica, mineral de hierro, agricultura entre otros».
Días más tarde, en Argentina junto a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK), firmaron una veintena de acuerdos que incluyeron el financiamiento para la construcción de las represas hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Copernic, en Santa Cruz, y un entendimiento para la concreción de un swap o canje de monedas por un monto equivalente a 11.000 millones de dólares para fortalecer el nivel de reservas de Argentina. También se acordó, entre YPF y el Banco de Desarrollo de China, apoyo mediante instrumentos financieros para la industria de hidrocarburos, y se firmó un acuerdo para la cooperación tecnológica y el financiamiento de la cuarta central nuclear del país. CFK declaró, según la agencia de noticias Telam, que la visita del mandatario chino marca el inicio de una asociación estratégica integral entre los países.
La gira continuó en Venezuela, donde firmaron acuerdos de cooperación con el Presidente Nicolás Maduro en los sectores energético, infraestructura, minería, transporte, satelital, agrícola y para financiamiento. Las relaciones entre China y Venezuela se remontan a 1974, pero fue a partir de La Revolución Bolivariana que adquirieron carácter estratégico. Venezuela suministra petróleo a China y recibe, a cambio, financiamiento para su desarrollo industrial, científico y tecnológico, y para mejorar el sistema agrícola del país.
El último destino fue Cuba, donde Xi Jinping tuvo reuniones con el presidente Raúl Castro y fue condecorado con la Orden Jose Martí, máxima condecoración que otorga la República de Cuba. También visitó a Fidel Castro en un encuentro expresivo de los lazos históricos entre los partidos y gobiernos de ambas naciones. En Cuba también fueron suscritos acuerdos bilaterales de colaboración en las áreas de salud, biotecnología, agricultura, energías renovables, turismo, industria, suministro de equipos para acueductos, medio ambiente, telecomunicaciones y para la calidad y seguridad de las exportaciones cubanas de tabaco y azúcar a China, entre otros.