Con el camino allanado luego del cierre del acuerdo con Repsol, empezaron a crecer las posibilidades de que el yacimiento no convencional Vaca Muerta sea la llave de YPF para revertir el millonario déficit energético nacional en gas y petróleo. La empresa que conduce Miguel Galuccio tiene en carpeta nuevos potenciales esquemas asociativos con empresas extranjeras, para inyectarle dólares a un área petrolera que –ya sin el peso de conflictos políticos y económicos internacionales– adquirió un valor en divisas importante, que superaría los U$S 800 mil millones sólo en recursos técnicamente recuperables de petróleo. Es decir, existencias presuntas de recursos que precisan de inversiones y tiempo largos para extraerse, además del riesgo siempre latente de la viabilidad económica del recurso. Si a esto se le agrega la potencialidad del gas no convencional –más difícil de medir– ese valor podría al menos duplicarse. Obviamente, a este nivel de valuación hay que sumarle en el proceso costos de todo tipo que no han sido descontados. Así y todo, el valor es útil para medir, junto a otros indicadores estratégicos, el precio de mercado que tendrá la YPF mixta en un el mediano plazo. En julio de 2013, en uno de los informes presentados en la Torre de Puerto Madero, bajo el título «El desafío energético», YPF consignó que los estudios realizados «han permitido confirmar que Vaca Muerta tiene un enorme potencial para la obtención de gas (802 TCF) y que cuenta con importantísimos recursos de petróleo que alcanzan los 27 mil millones de barriles”. Las cifras de ese trabajo, según la propia compañía, están en línea con las del último informe de la Agencia Internacional de Energía (EIA), organismo internacional que consignó que esto supone multiplicar por diez las actuales reservas de la Argentina.
Dentro del territorio total de Vaca Muerta, 30 mil km², YPF es propietario de más de 12 mil km², aproximadamente un 30% de todo el yacimiento. Así las cosas, este 30% de la petrolera de bandera representa cerca de 8200 millones de barriles, sobre un total de 27 mil millones del yacimiento en su conjunto (YPF más el resto de las empresas operadoras). Si a estos recursos técnicamente recuperables se los multiplica por U$S 100, el valor medio que ha mostrado el barril de crudo WTI (de referencia de Texas) en el mundo, se concluye que a entre 2000 y 3000 metros bajo tierra, el recurso petrolero asciende a U$S 820 mil millones. Por razones lógicas, se trata de una aproximación lineal, dado que, por ejemplo, el territorio de YPF en Vaca Muerta concentra el mayor nivel de crudo en la zona oriental, mientras que en la parte de la Cordillera hay mayores existencia de gas shale. Ese número, supera ampliamente las 2500 millones de barriles de reservas probadas totales de crudo de todo el país y, de certificarse y confirmarse como reservas reales, generaría un shock importante para que el país reduzca el millonario gasto en importación de energía, que hoy asciende en promedio a U$S 8000 millones. De hecho, desde comienzos de año, YPF trabaja con una consultora especializada para certificar las reservas de Vaca Muerta, dado que hoy el no convencional no está considerado en los balances de la compañía, lo cual hace que los números de reservas aún presenten caída. Meses después de que en abril de 2012 el gobierno decidiera recuperar YPF, la empresa que conduce Galuccio debió sacar de la esfera pública una auditoría de reservas que habían realizado Repsol y la familia Eskenazi. El trabajo, que sólo hacía un trazado del rendimiento de cinco pozos había arrojado un rendimiento en quince años lejano a la realidad. Hoy, en cambio, YPF trabaja sobre 150 pozos en la parte oriental de Vaca Muerta, en Loma Campana, en los cluster con la estadounidense Chevron.
Ese estudio, que se especula verá la luz en el corto plazo, podría generar un impacto sumamente importante en las reservas de la compañía. Con los cuidados del caso, mencionados y considerados a lo largo de todo este artículo, el valor del crudo en Vaca Muerta (los U$S 820 mil millones) supera ampliamente los cerca de U$S 30 mil millones de reservas del Banco Central (BCRA); y resulta un valor muy alto en relación con los U$S 5000 millones que el país deberá desembolsar, sin los intereses de los bonos, por el pago de la compensación por el 51% de las acciones expropiadas en YPF. De hecho, es incluso superior al impacto ambiental que Repsol dejó en la Argentina, un asunto del cual no se dieron mayores detalles al momento del anuncio del acuerdo. En la misma línea, una valoración de los activos no convencionales de YPF, terminaría impactando además en la cotización bursátil de la compañía, en Argentina y el exterior. Los papeles de la petrolera cotizan hoy en el panel de líderes del Merval en torno a los $ 288, y han mostrado estabilidad luego de un 2013 con un fuerte raid alcista. Tal como publicó Tiempo Argentino a fines del año pasado, los papeles de la petrolera en el panel Merval habían cuadriplicado su valor en relación a 2012, período en el que tras la expropiación, llegaron a costar $ 76. Así las cosas, sólo los papeles de Tenaris y de Telecom se le acercan en la mejora, pero por lo menos $ 100 por debajo. Por razones obvias, la acción de YPF ha tenido un rebote y, el resto, una estabilidad en el tiempo. Asimismo, la mejora en las reservas se enmarca en el plan de la compañía para recuperar el terreno perdido, en paralelo con el endeudamiento interno y externo, la búsqueda de socios para el shale y el aumento en los combustibles, que desde hoy volverá a tener una nueva alza.
Ayer, en la apertura de las sesiones legislativas, la presidenta Cristina Fernández hizo referencia al potencial energético del país, con el eje puesto en Vaca Muerta. «Las agencias internacionales de energía coinciden en que nuestros recursos no convencionales representan 30 veces las actuales reservas de gas convencional y nueve veces las de petróleo», detalló la mandataria, y aseguró que esto termina «convirtiéndonos en el cuarto país del mundo en petróleo no convencional y el segundo en gas no convencional». Además, y dando alguna pista de lo que se viene en materia de valuación de los activos en el área, explicó que «si sumamos nuestra centenaria experiencia en esta industria, nos posicionamos de manera casi ideal para convertir estos recursos en realidad concreta. Otros países también poseen este recurso en su subsuelo, pero no tienen desarrollada la infraestructura ni los recursos humanos necesarios para su extracción.» Técnicamente, analistas y técnicos consultados por Tiempo coincidieron en el potencial del yacimiento pero pidieron tener cautela y esperar el análisis de los rendimientos de los pozos que están en estadío de prueba. Para el especialista y titular del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad, Víctor Bronstein, «el número en dinero de las reservas potenciales es mucho más importante que las discusiones que se han dado en torno al acuerdo con Repsol, tanto a nivel político como en el plano económico». Para los que saben del tema, la próxima meta de YPF en materia del no convencional debe estar puesta en reducir el costo de producción por pozo. «Es muy difícil calcular los costos, ya que Vaca Muerta necesita hoy de un desarrollo a escala, porque los costos son todavía muy altos.» Este punto lo había mencionado el propio Galuccio en uno de sus últimos discursos. Simplemente para establecer una comparación, hay que decir que, hoy, en Estados Unidos, el costo de trabajar un pozo de shale oscila entre los U$S 2 y U$S 3 millones; mientras que a nivel nacional, ese mismo pozo, tiene un costo de entre U$S 8 y U$S 10. Sin embargo, y según pudo saber este diario, en los últimos pozos perforados por YPF, la firma logró reducir el costo a cerca de los U$S7,50. Justamente, ni bien desembarcó en la torre de YPF en Puerto, la reducción de costos para la perforación del no convencional fue una de las obsesiones centrales del entrerriano. Bronstein consideró que «cuando la producción sea significativa, se reducirán las inversiones que se necesitan por pozo», y agregó que lo importante para el país no es quedarse en el debate en torno al pago de Repsol, sino pensar el potencial de YPF a largo plazo. « Santa Cruz Pide inversiones El Ejecutivo provincial pidió más desembolsos para que se vea el impacto en la producción.
Original: http://tiempo.infonews.com/mobile/tiempo/notas/119809.php