La baja en el precio del petróleo genera incertidumbre en Dakota del Norte

Los altos precios del crudo, junto al desarrollo tecnológico, permitieron en la última década el desarrollo de los recursos no convencionales del shale en Estados Unidos. Esto significó un importante aumento de la producción de petróleo en el país norteamericano, lo cual le ha permitido una reducción en importaciones de petróleo de alrededor de 3 millones de barriles diarios.

El desarrollo de estos recursos catapultó a Dakota del Norte, donde se encuentra la formación shale llamada Bakken, a los primeros planos del mercado mundial de petróleo. Esto se tradujo en un crecimiento exponencial en el tamaño de los pueblos de ese estado, los cuales han duplicado o triplicado su extensión a lo largo de la última década, ya que en poco tiempo fueron recibiendo a los distintos grupos de trabajadores que se acercaban para involucrarse en la industria del petróleo.

Sin embargo, una situación inesperada pocos meses atrás vino a poner en jaque el desarrollo que se ha venido logrando en estos últimos años: la caída de los precios del crudo. La misma amenaza con poner a la industria y los gobiernos locales en graves problemas económicos.

Comunidades enteras dedicadas a la agricultura y la ganadería, se han visto beneficiadas con el desarrollo de la industria del petróleo, asistiendo a la proliferación de viviendas, caminos y escuelas destinadas a una población cada vez más creciente. Sin embargo, la baja de los precios conlleva un gran descenso en los ingresos fiscales provenientes del petróleo, generando incertidumbre sobre como hacer frente a las deudas provenientes de las distintas obras de infraestructura llevadas adelante.

Por el momento, la extracción de petróleo continúa. A pesar de la gran depresión de los precios, la perforación sigue siendo rentable en el corazón de la formación Bakken  debido a la gran cantidad de crudo que fluye de los llamados puntos calientes. Las incógnitas aparecerán cuando la necesidad de perforar se extienda más allá de estos puntos calientes.

Un ejemplo claro es el caso del pueblo de Waltford en el condado de McKenzie, una pequeña localidad en la cual se encuentran, en sus alrededores, aproximadamente 60 equipos de perforación, lo que equivale al 40 por ciento de los equipos de todo el estado. Este pequeño conglomerado ha crecido gracias al desarrollo petrolero, nuevos barrios, centros comerciales y escuelas se emplazan en los antiguos campos de trigo.

El condado, que hace una década tenía una población de alrededor de 5000, se ha convertido en un verdadero imán para los hombres de campo (que vivían de la agricultura y la ganadería), ya que la industria petrolera estimula el nacimiento de otras ramas industriales necesitadas de mano de obra.

Con los precios del petróleo flotando cerca de 100 dólares el barril durante la mayor parte de los últimos cuatro años, los ambiciosos planes en infraestructura fueron presentados con el objetivo de transformar el lugar desde un simple poblado rural a una comunidad habitable mucho más grande. Previendo la construcción de más viviendas, más escuelas, mejores rutas, una nueva planta de tratamiento de agua, etc.

Emprendedores ansiosos de sacar provecho comenzaron la construcción de miles de departamentos y viviendas unifamiliares. Una nueva escuela secundaria y un centro cívico comenzaron a tomar forma. Una nueva autopista de circunvalación se construyó al sur de la ciudad para aliviar los embotellamientos.

Entonces los precios del petróleo comenzaron a bajar, llegando a cerca de US $ 50 el barril en estos momentos.

Ante esta situación, los líderes de la Legislatura de Dakota del Norte se han comprometido a mantener las mejoras de obras públicas como una prioridad. Si eso es sostenible depende de cuánto tiempo los precios del petróleo se mantengan en estos bajos precios Las previsiones de ingresos de petróleo y gas para el estado ya han caído $ 4 mil millones, lo que reduce las proyecciones anteriores a aproximadamente la mitad.

Watford y el Condado de McKenzie se han unido a otros condados de Dakota del Norte occidental en la búsqueda de ayuda por parte del Estado. Los políticos y líderes empresariales de la región acudieron al Capitolio en Bismarck para presionar a la Legislatura por una participación más amplia de lo que queda de los ingresos del petróleo.

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